26 de junio de 2008


Dados


Arriesgo una tirada; de dados salir, yo contento de aquí me iré.

El cazador de las mil y un búsquedas durante 40 días y 40 noches y a pesar de diluvios buscó su presa. Optó por dejar de lado su naturaleza de cazador y sonreírle al sol.

No hay nada de que escapar sino hay nada en donde encajar. Renuncio al deseo. Alzo aceptación, un ramo de rosas, cada cual para cada quien. Una licorería de placeres, orgasmos de todas las dimensiones, sonrisas de colores y aguas danzantes que vierten su movimiento sobre formas consonantes.

Locura y mordaza dos facetas de un mismo rostro. Poesías sin ton ni son, calles baqueteadas, ¿historias?, vida sedienta de sexo. Aceptaciones de arco iris… sonrisas detrás de llantos, felicidad verduga de la amargura. Nada deviene en nada; hay y hay y hay y hay y hay y hay y hay. ES ES ES ES ES ES ES ES o ES.

Angustia, melaconlía, deseo, proyecciones, construcciones, “amor”. ¿What’s this?.

Construcciones de un sentir que carece de sinsentido, no hay tal como un sinsentido, nada puede ser conmensurado, nada puede ser cualificado. Y hay cualidades que se escapan.

Nada puede ser comparado. No hay justicia.

El equilibrio es propio, hablar del mismo es condicionarlo. Lamentos encuentran sus muros, plegarias sus Dioses, promesas sus destinatarios. Sinceridad con uno mismo realza a uno por sobre los otros. Realizaciones de pan de jengibre, ni siquiera son, muletillas del ¿destino?... brilla como brilla el sol, duerme como duermen los animales, escucha como el viento se adueña. La imponencia de las montañas demuestra magnificencia para los “pequeños”. La paz de la piedra y el movimiento del arroyo que fluye van van van van y si cesan van. Renunciar a la imposibilidad estructural de la conciencia… amar la vida es sonreírle al destino y tener de amante a la Virgen María.