Ni conquistar territorios, ni matar gente, ni vender almas, ni construir ilusiones, tan solo escucharla a ella tener su orgasmo.

Frente a un espejo se topó. En ese mismo instante, algo se congeló. Algo recrudeció. Pero de una patada obtuvo 7 años de libertad.

Desde la cima miró sobre su hombro. Nadie, no había nadie que pudiese decirle que él estaba arriba, pero él ya lo sabía.
¿Y ahora? Ahora solo le restaba bajar.

(Deconstruyendo a Sisísifo)

Camino a Nada me encontré con Todo, ¿qué hacía allí en medio de la nada?. Me dijo que hacia rato que a ella la buscaba, que tenía algo para darle. Le pregunté si me dejaba pasarle el mensaje. Me advirtió que al final de dicha encomienda me quedaría sin vida. Le contesté que no me importaba, de última, era hacia donde yo iba.

Una vida infinitamente estúpida, de proporciones únicamente cuantificables, osa atreverse a cuantificar las cualidades de la esperanza misma. La imbecibilidad: el elixir de los Dioses.

Q.

Quisiera una vida sin espinas, aunque, es probable que de eso se trate la vida. Quisiera una vida con sentidos, aunque, es probable que viviendo los vaya descartando. Quisiera una vida con solo sonrisas, aunque, es probable que llore más de una vez. Quisiera ver más allá de lo vidente, aunque, es probable que nunca pueda ver lo que tengo frente a mí. Quisiera ser revivido más que recordado. Quisiera ser extrañado más que un extraño. Quisiera ser Dios para poder vivir como mortal.

Había una vez un soldadito de plomo que vivía en Fisherton. Almorzaba niñitos menores de 12 años y cenaba un espárrago al día. Se puede decir q lo suyo no era la solidaridad, pero vendía bien los figurines de la virgen y los manuales de autoayuda de Víctor Sueiro. El tenía un sueño, además de encamarse con el perro del vecino, quería poner una Distinción en la florida. ¿Quien dijo que la vida es fácil?

Roland Gamulán era un tipejo bulímico de esos que andan sueltos por ahí. Todo iba igual que siempre hasta que .. vio Plan A y se voló la cabeza de un tiro.

Cuando le dije a mi mamá que de grande quería ser gordo me mando a freír embutidos sin sal. Con mamá nunca supimos entendernos.

Cuando le dije al jefe qué porqué explotaba gente me mando a leer la Biblia, que tipo sabio.

Todo precio tiene un nombre.- El ahijado del vecino de enfrente (creo que era visitador médico)

La Policía nos cuida, Dios nos ampara, el Presidente da parla y el futuro que nos depara?

Más fácil que hacer es decir – Jossie Pícaro